-Te llamo para saber si entro en la farmacia o no entro en la farmacia...
-No, no hay dinero, no has puesto dinero José.
Lloros. Deduzco que debe estar separada.
Finalmente aparece José, con cara de no haber dormido y ella le amenaza con el dedo índice de su mano derecha:
-La última vez, ¿eh? ¡La última vez!
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