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jueves, 28 de julio de 2011

Sí, pero No



Esta mañana hojeando un diario local he visto, bajo un titular enorme en el que se aclara que el Tribunal Constitucional establece que los embargos hipotecarios no vulneran derechos, una foto también enorme en la que Zapatero sonríe ilusionado (sí, ilusionado) al premio Nobel de economía del 2001 Joseph Stiglitz. Ambos coincidieron esta semana en el comité de la fundación del PSOE, Ideas. De qué hablaron no lo sé, y puede que hasta ni me interese. Lo que realmente me pareció interesante fueron los dos titulares que no aparecieron:

- El premio Nobel de economía Joseph Stiglitz se reunió, por sorpresa, con los "indignados" del 15M. Incluso llegó a afirmar que le entusiasmaba ver esa energía y que le llegaba hasta el corazón. Las malas ideas hay que sustituirlas por buenas ideas- dijo.


El segundo titular lo dejo en este puesto no por ser menos importante sino por resultarme más indigesto:

- El señor Rubalcaba afirma en la fundación Ideas del PSOE que los jóvenes no tienen razón por el hecho de serlo, pero no dejan de tenerla. Abusando del vocablo yo diría que es una sinrazón. Ni digo una cosa ni digo lo contrario. Sólo digo que, por si acaso, no digo nada. Eso s,i, insistió en la necesidad de que los jóvenes acudan a las urnas para evitar (por ejemplo) que se suban las tasas universitarias como ha ocurrido en Inglaterra con el Gobierno de David Cameron. El mismo David Cameron al que elogiaba hace dos días un ilusionado ZP ante la presencia de un grande de la economía (por el precio que puede costarle al Barça) Cesc Fàbregas. Me sorprende descubrir en el mismo periódico que las universidades valencianas subirán sus tasas una media del 7,5% el próximo curso.


A modo de experimento juntaré esta noticia claramente política con otra de índole médico:

Me contaba esta mañana mi particular odontóloga que sus pacientes no le creen cuando les desaconseja el uso de colutorios de limpieza bucal. Cómo puede ser malo si lo anuncian en televisión, le argumentan acaloradamente con la razón que en estos casos da el haberlo visto en un medio de difusión tan importante.


El experimento consiste en que cada cual haga una reflexión sobre el nivel de aburguesamiento mental de los ciudadanos españoles...

miércoles, 13 de julio de 2011

La ESPERANZA es lo último que se pierde



La Esperanza es lo último que se pierde; eso debió pensar Rodrigo un Rato después de verse fuera del FMI y no haber sido capaz de detectar ningún indicio de la crisis que se nos venía encima.



Si ya lo decía Cortazar en Rayuela: "probablemente de todos nuestros sentimientos, el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose".



Así que él mismo luchando por defenderse, intentaba encontrar un trabajo digno que le devolviese la esperanza (que le devolviese la Esperanza Aguirre). Finalmente encontró aquello que buscaba, el tan ansiado curro (se adelantó a 5MM de españoles que también tenían la esperanza, en minúsculas, de encontrarlo).


Y entonando una canción de película de la transición, que tenía en el recuerdo, pero que no le pertenecía porque también pertenecía a la vida ("soy currante y tiro paralante, lo que como me lo gano con el lomo...") se dirigió a su nuevo y humilde lugar de trabajo.

En esta ocasión no le ocurriría como otras veces, se adelantaría a los problemas, tomaría decisiones. Y tras unas semanas dio con la solución:

- Me regalaré (a mí y a otros) aquello que no me pertenece. Por supuesto este esfuerzo merece su recompensa, un salario acorde al puesto. Creo que 10,5MM anuales estará bien (de euros, claro).



Veamos , a su vez, que ocurría en casa de los Oliva: Mientras éste se disponía a bendecir la mesa, agradecido por aquello que iban a ingerir, alguien repetía a su lado "Ya te dije que quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija"



Y de esta forma, como en un cuento, fueron felices y comieron perdices (con gulas y caviar)

domingo, 3 de julio de 2011

¿Atún, dicen?




Me he despertado hoy dándole vueltas a una noticia aparecida (y digo aparecida) hace sólo unos días. Igual que un mago saca de su baraja el esperado (por él) e inesperado (por los que le están viendo) siete de copas, nos han sacado ahora esta noticia: "Los niños y embarazadas no deben comer atún o pez espada debido a los altos contenidos en metilmercurio que afecta al desarrollo cognitivo".

Aunque el Programa de Naciones Unidas del Medio Ambiente ya sugirió en 2009 reducir la contaminación por mercurio, las industrias que lo utilizan para su proceso de fabricación siguen funcionando sin ninguna normativa restrictiva a la baja.

Bueno, eliminamos los pescados grandes,... y los pezqueñines, claro.

También deberíamos eliminar el consumo de gambas y crustáceos por su alto contenido en cadmio.

No pasa nada, fuera peces, fuera gambas.

Las espinacas, acelgas y verduras de hoja verde presentan altos contenidos en nitratos. Deberíamos regular su consumo a la baja.

Entonces: no pescado, no gambas, no verdura.

Los brotes de soja tienen E-Coli (después de esclarecer que no lo era el pobre pepino). Tampoco la soja me gustaba demasiado...

Vale, sin pescado, ni gambas, ni verdura, ni soja.

Es mejor no estar expuestos al sol debido a que la falta de ozono en la atmósfera no filtra la contaminación solar; a no ser que usemos cremas con elevado grado de protección, pero éstas llevan parabenos (metilbenzoato en los prospectos de camuflaje) que pueden producir cáncer. También los llevan los jarabes y champús.

Bien, no pescado, no gambas, no verdura, no soja, no sol, no higiene.

Las carnes contienen hormonas de crecimiento que al comerlas pasan a nuestro organismo, además de los tóxicos generados por los propios animales al estar encerrados en diminutas jaulas durante toda su corta vida. Lo mismo ocurre con la leche.

En resumen: eliminamos pescado, gambas, verdura, soja, sol, jarabes, higiene, carnes y leche.

Por no hablar de los teflones que bañan las sartenes, las ondas electromagnéticas de los transformadores eléctricos o las ondas de las antenas de telefonía...

Bien, lo habéis conseguido: ¡Tengo miedo! Es mejor que me quede en casa esperando nuevas instrucciones, sin pensar por ejemplo en:

¿Por qué esos mismos que ahora nos dicen que no consumamos determinados productos, no regulan su uso en las industrias contaminantes del medio ambiente?

¿Por qué es malo ahora, en plena crisis económica, de identidad y con un nivel alto de indignación, y no hace tres años?

¿Hasta cuando les vamos a permitir manipular con impunidad el futuro de lo único que no les pertenece (el planeta)?

No deberíamos protegernos de todos esos contaminantes, el hombre únicamente debería protegerse de sí mismo, del depredador que lleva dentro. Y esa tendría que ser la primera función de aquellos a los que les damos el voto para que nos gobiernen...

Puedo pasar sin comer, bebiendo sólo agua; aunque ahora que pienso ésta lleva aluminio que es malo para no recuerdo bien qué (¿era la memoria?)

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