Imagina una ciudad a contraluz
un tísico rayo tamizado por nubes de esperma
abriéndose paso entre los reflejos grises de la gente
inseminando cada sombra vacía de nada
nadando contra todos, también contra ti
y nadeándote
Imagina, ya que aquí todo es posible
que te inunda un río de partículas
diminutas, intrépidas y curiosas,
invisibles
colmándote cada vez que quieres protestar
particularizándote
Si después de eso todavía te atreves:
Imagina el ocaso apagando la bombilla
bombeando litros de partículas de nada,
negras,
contagiándote de su pastosa negritud
ocasionándote
Imagina por fin, que todo eso existe
que te nadean
te particularizan
y te ocasionan
¿no es cierto que todo tiene
un último sentido?